La American Academy of Pediatrics (AAP) ha actualizado la declaración de política y busca ayudar a los pediatras a adoptar un enfoque integral para recetar anticonceptivos y brindar asesoramiento sobre su uso.
La declaración de política "Contraception for Adolescents " (Anticoncepción para adolescentes) está acompañada de un informe clínico titulado "Contraceptive Counseling and Methods for Adolescents" (Asesoramiento sobre anticoncepción y métodos anticonceptivos para adolescentes). Ambos documentos se publicaron en la edición de julio de 2025 de la revista
Pediatrics.
Además de detallar enfoques de asesoramiento centrados en adolescentes, el informe aborda los métodos anticonceptivos e incluye pautas clínicas actualizadas para la prescripción de anticonceptivos reversibles de acción prolongada, anticonceptivos hormonales, métodos de barrera y anticonceptivos de emergencia para adolescentes.
Riesgos de embarazo y enfermedades de transmisión sexual
"La educación y el acceso a métodos anticonceptivos son una parte fundamental de la atención médica en la adolescencia", afirmó
Mary A. Ott, MD, MA, FAAP, autora principal de la declaración de política. "Si bien muchos adolescentes querrán involucrar a un padre, madre, cuidador u otra persona adulta de confianza en la toma de decisiones, otros pueden no sentirse seguros o cómodos haciéndolo. Sabemos, por investigaciones, que cuando los adolescentes no tienen acceso a conversaciones confidenciales, es menos probable que accedan a los servicios de salud que necesitan, menos probable que usen anticonceptivos y más probable que enfrenten un embarazo no planificado".
Muchos adolescentes atendidos por pediatras corren riesgo de embarazo y de infecciones de transmisión sexual (ITS). El porcentaje de estudiantes de secundaria sexualmente activos varía entre el 16 % en 9.º grado y el 48 % en 12.º grado; entre ellos, el 52 % reporta uso de condones y el 33 % uso de otros métodos anticonceptivos.
Los pediatras pueden cuidar la salud sexual y reproductiva de sus pacientes adolescentes mediante un enfoque de toma de decisiones compartida, en el que el pediatra aporta experiencia específica sobre métodos anticonceptivos y el adolescente expresa sus necesidades y preferencias. Juntos, pueden elegir el método anticonceptivo que mejor se ajuste a la situación individual del adolescente.
Leyes sobre anticoncepción
Actualmente, 27 estados de EE. UU. tienen leyes que permiten explícitamente que los menores den su consentimiento para el uso de anticonceptivos; otros 19 estados permiten el consentimiento por parte de ciertas categorías de menores. La AAP insta a los pediatras a familiarizarse con las leyes de consentimiento en su jurisdicción. Incluso cuando un padre, una madre o un tutor legal está presente y apoya el uso de anticonceptivos, los pediatras deben facilitar un espacio con privacidad para evaluar las conductas relacionadas con la salud sexual del adolescente, así como sus necesidades y preferencias anticonceptivas.
"Recomendamos que los pediatras indaguen los objetivos del adolescente con respecto a la salud reproductiva, así como sus conocimientos y preferencias sobre anticonceptivos, sin hacer suposiciones", indicó
Andrea J. Hoopes, MD, MPH, FAAP, coautora de la declaración de política. "Comprender el abanico completo de opciones ayudará al pediatra a orientar a los adolescentes para que elijan el método anticonceptivo más adecuado para sus necesidades y situaciones individuales".
La AAP también recomienda lo siguiente:
Un enfoque adecuado para el desarrollo, basado en los principios de la toma de decisiones compartida y la atención centrada en la persona, que permita a los adolescentes elegir el método que mejor se adapte a sus metas, preferencias y necesidades, sin importar su género, edad, raza, grupo étnico, orientación sexual, enfermedades o condiciones de discapacidad.
El asesoramiento debe abordar las necesidades generales de salud sexual de los adolescentes, que incluyan relaciones sanas y violencia interpersonal, vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), y prevención y detección de ITS.
Los programas de formación pediátrica deben preparar a los pediatras para ofrecer atención anticonceptiva integral a adolescentes.
Debe haber un mayor acceso a métodos anticonceptivos mediante telesalud (dentro y fuera del entorno médico habitual); servicios de salud reproductiva confidenciales y de bajo costo en la comunidad, la escuela o el servicio de salud universitario; programas subsidiados a nivel estatal y federal; prescripción de anticonceptivos por parte de farmacéuticos; y aplicaciones móviles o en línea.
"Los pediatras pueden ayudar a responder preguntas que los adolescentes tal vez tengan miedo de hacer, de forma honesta, sensible, basada en evidencia científica y centrada en el cuidado", agregó la Dra. Ott. "La educación sobre salud reproductiva es un paso clave en el camino hacia la autonomía y la adultez de todo adolescente".
Las declaraciones de política e informes clínicos de la AAP son redactados por expertos médicos, reflejan la evidencia más reciente en el campo y pasan por varias rondas de revisión por pares antes de ser aprobados por la Junta Directiva de la AAP y publicados en
Pediatrics.
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