En una nueva declaración de política, la American Academy of Pediatrics (AAP) exige políticas públicas, capacitación y formación para ayudar a niños y adolescentes víctimas de tráfico de personas y explotación sexual y laboral en los Estados Unidos.
El artículo publicado por Pediatrics en julio de 2025, titulado "Human Trafficking and Exploitation of Children and Adolescents " (Tráfico de Personas y Explotación de Niños y Adolescentes), recomienda abordar el problema desde la salud pública para identificar y cuidar a los jóvenes que han sido víctimas de tráfico de personas y de los múltiples efectos adversos que esto genera en la salud. La AAP advierte que la falta de apoyo para brindar capacitación y recursos continúa siendo un gran desafío, en especial en las comunidades rurales.
"Estos niños viven entre nosotros: a veces los vemos trabajando en el servicio doméstico, en la construcción o en ventas puerta a puerta. Pueden participar en actividades ilícitas, como comercio sexual y criminalidad forzada", expresa el Dr. Jordan Greenbaum, uno de los autores principales de la declaración.
Y agrega: "Lo que sabemos es que, además de mejorar las tareas de investigación y defensoría, los miembros de la comunidad deben necesariamente trabajar en colaboración para brindarles seguridad, atención médica y otros servicios básicos a estos niños vulnerables".
El Consejo de Abuso y Negligencia Infantil de la AAP y el Departamento de Salud Mundial de la APP redactaron la declaración de política, que sirve como complemento de las recomendaciones clínicas publicadas en 2023.
Cómo reconocer los signos de explotación infantil
La AAP recomienda capacitar a proveedores de atención médica para que puedan reconocer posibles signos de explotación e intervenir teniendo en cuenta un enfoque culturalmente consciente, sensible al trauma, basado en los derechos y centrado en el paciente.
Los niños que han sido víctimas de tráfico de personas corren un mayor riesgo de desarrollar lesiones traumáticas, ya sea relacionadas con el trabajo o impuestas por este; infecciones de transmisión sexual; embarazos no deseados y complicaciones derivadas; desnutrición, deshidratación y exposición; uso indebido de sustancias; trastornos por estrés postraumático; trastornos de ansiedad y depresión.
En 2021, más de 3 millones de niños y adolescentes estuvieron involucrados en trabajo forzado (que incluía comercio sexual) en todo el mundo. Entre los jóvenes sin techo y los que abandonan sus hogares en los Estados Unidos, los índices de tráfico de personas para comercio sexual oscilan entre el 7 % y el 26 %, mientras que los índices de tráfico de personas para explotación laboral oscilan entre el 5 % y el 54 %.
La explotación laboral infantil se produce cuando un niño recibe un trato injusto en el marco de un trabajo; el tráfico de personas para explotación laboral implica el uso de fuerza, engaño o coerción por parte de una persona para obligar al menor de edad a trabajar.
Tráfico sexual infantil en línea y en la vida real
Según las leyes federales de los Estados Unidos, el tráfico sexual infantil implica actos sexuales con fines comerciales (actividad sexual a cambio de la cual se recibe algo de valor) que involucran a menores de 18 años; no requiere una demostración de fuerza, engaño o coerción. Puede ocurrir en línea o fuera de línea e incluye la producción y distribución de material relacionado con abuso sexual infantil.
El tráfico y la explotación de niños se asocian a numerosos factores de riesgo en torno al niño, su familia y sus pares, la comunidad y la sociedad en general. La vulnerabilidad se exacerba con las pandemias mundiales, el cambio climático y las catástrofes ambientales, además de un mayor acceso a internet.
"La pobreza, la violencia en el seno familiar y la falta de vivienda son solo algunos factores que aumentan la vulnerabilidad a la explotación y al tráfico", afirma Dana Kaplan, MD, FAAP, coautora de la declaración. "Otro grupo que corre un mayor riesgo de explotación son los jóvenes indocumentados. Es posible que muchos sientan demasiado miedo o inseguridad para denunciar y buscar ayuda, o involucrarse con las autoridades debido a preocupaciones sobre la seguridad, desconfianza o posibles consecuencias legales".
"Muchos de estos niños experimentan enormes dificultades físicas y de la salud mental", expresó el Dr. Greenbaum. "Podemos ayudar de muchas maneras, comenzando por la formación profesional, mayor consciencia sobre esta problemática y la promoción de servicios para las víctimas".
Las declaraciones de política de la AAP y los informes clínicos elaborados por la AAP son redactados por expertos médicos, reflejan la evidencia más reciente en el campo y pasan por varias rondas de revisión por pares antes de ser aprobados por la Junta Directiva de la AAP y publicados en Pediatrics.
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