Por Katherine Flynn-O'Brien, MD, MPH, FACS, FAAP y Mary E. Fallat, MD, FACS, FAAP
Si su hijo se fractura un hueso, tiene dificultad para respirar o tiene pensamientos inquietantes que le dicen que la vida no vale la pena, ¿sabría cómo ayudarlo?
Estos son ejemplos de emergencias médicas que los padres y cuidadores deben estar preparados para manejar. Aquí le mostramos cómo saber cuándo su hijo necesita atención de emergencia, a qué números llamar y qué pasos seguir, y además le mostramos algunos cursos que pueden ampliar sus habilidades de emergencia.
Emergencias infantiles y sus causas
Una emergencia médica se define como cualquier momento en el que una lesión o enfermedad repentina podría acabar con la vida de un niño o perjudicar gravemente su salud. Las lesiones son la principal causa de muerte infantil en EE. UU., por lo que las familias deben estar preparadas para actuar cuando cada segundo cuenta.
Las lesiones más comunes en niños y adolescentes incluyen:
No todas las emergencias médicas se deben a lesiones repentinas. Los niños pueden necesitar atención de emergencia cuando sus afecciones preexistentes se agravan. Por ejemplo, un niño con asma o alergias podría tener dificultad para respirar, incluso después de administrar medicamentos de rescate. Los niños con diabetes pueden entrar en shock cuando su nivel de azúcar en sangre se dispara. Los niños con epilepsia pueden sufrir convulsiones graves que requieren atención médica inmediata.
Sepa cuándo llamar al 911
Si su hijo está enfermo o herido, pero no parece estar en peligro grave, generalmente es mejor contactar primero con su médico. Pero llame al 911 inmediatamente si su hijo o adolescente:
No puede respirar
Sufre una convulsión
Pierde el conocimiento
Tiene una lesión grave (por ejemplo: un hueso roto, una extremidad aplastada, una herida profunda)
Sangra sin que pueda detenerlo
Tiene una quemadura grave en la piel o escapa de una habitación en llamas en un espacio cerrado
Ingiere una sustancia tóxica
Tiene una reacción alérgica grave
Se atraganta con algo que no puede soltar
Es testigo o víctima de un delito grave
Es encontrado inconsciente después de estar bajo el agua
Si no está seguro de qué le pasa, pero cree que su hijo está en peligro, llame al 911. El operador le hará preguntas y le guiará en los pasos a seguir para encontrar la atención que su hijo pueda necesitar.
Abogando por una atención de emergencia que beneficie a todos los niños: explicación de la política de la AAP
En EE. UU., mueren más niños y jóvenes por lesiones que por cáncer, defectos de nacimiento y todas las demás causas combinadas. La American Academy of Pediatrics (AAP) considera que este es un problema de salud grave que requiere un mejor enfoque.
Muchos departamentos de urgencias de hospitales estadounidenses no están completamente equipados para atender a niños lesionados. Es posible que no cuenten con el equipo adecuado ni la capacitación necesaria para brindar la atención más eficaz y segura. Un departamento de urgencias debidamente preparado para atender a cualquier niño enfermo o lesionado se denomina "preparado para pediatría". En los peores casos, se pierden vidas jóvenes por falta de recursos, capacitación o personal. Los niños que sobreviven pueden sufrir peores consecuencias para la salud que aquellos tratados en hospitales con personal capacitado para tratar a niños lesionados. Un departamento de urgencias "preparado para pediatría" tendrá la capacidad de estabilizar y trasladar a su hijo a un hospital de traumatología.
El acceso a una atención de calidad tampoco es equitativo. Muchos niños enfrentan obstáculos para recibir el tratamiento traumatológico rápido y eficaz que necesitan. Por ejemplo, el hospital o centro de traumatología más cercano puede estar a cientos de kilómetros de distancia, o la familia puede tener dificultades para recibir los recursos y la atención óptimos después de la lesión.
Las políticas de la AAP exigen un sistema de atención de trauma pediátrico más sólido en EE. UU., comenzando con programas de prevención de lesiones enfocados en bebés, niños y adolescentes. La mejora de los sistemas de respuesta a emergencias, junto con un mejor tratamiento hospitalario, traslados entre hospitales cuando sea necesario y una atención eficaz después de una lesión, puede ayudar a todos los niños lesionados a recuperarse y prosperar.
Cuándo llamar al 988 por problemas de salud mental
988 es la línea telefónica de ayuda para suicidios y crisis de Estados Unidos, donde consejeros capacitados están disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana, para ayudar a cualquier persona que enfrente una crisis de salud mental. Padres, cuidadores y familiares pueden llamar, enviar mensajes de texto o chatear (también en español) para encontrar atención urgente para un niño o adolescente que experimente:
Pensamientos o acciones suicidas
Impulso de lastimarse
Deseo de lastimar a otros
Cambios de humor peligrosos
Estallidos de ira, enojo o dolor
Ansiedad o tristeza extrema
Cualquier problema de salud mental que afecte la vida diaria de su hijo
Esta línea de ayuda ofrece una opción para personas sordas o con dificultades auditivas. Todos los servicios son gratuitos y confidenciales. Puede obtener más información sobre el 988 aquí.
Cuándo llamar al Centro de control de envenenamiento
Si su hijo ingiere algo que podría ser tóxico, llame al 1-800-222-1222 para obtener ayuda inmediata, incluso si no presenta síntomas de enfermedad. Los posibles venenos incluyen:
Limpiadores y ambientadores domésticos
Quitaesmalte
Medicamentos destinados a otras personas
Productos químicos para jardín y patio
Gasolina o anticongelante
Nicotina líquida o cannabis
Vapeadores
Pilas, especialmente las de botón
Imanes
Tenga a mano el paquete de lo que su hijo se tragó cuando llame. Esto ayudará al operador a identificar posibles peligros y le indicará cómo encontrar atención médica cerca de usted. Obtenga más información sobre el Centro de control de envenenamiento y primeros auxilios para emergencias por intoxicación aquí.
Mientras espera la llegada de ayuda
Aquí tiene pasos esenciales que pueden proteger a su hijo (e incluso salvarle la vida).
Mantenga la calma lo más posible. Esto ayudará a su hijo a manejar sus propios sentimientos.
Si su hijo no respira, dele respiraciones de rescate.
Si su corazón se ha parado, aplique RCP (o busque a alguien que pueda hacerlo).
Si su hijo está sangrando, aplique presión constante en la zona con un paño limpio.
Si su hijo está sufriendo una convulsión, colóquelo con cuidado en el suelo con la cabeza y el cuerpo girados hacia un lado. No le meta nada en la boca.
No mueva a un niño herido a menos que esté en peligro inmediato (por ejemplo, por un incendio).
Permanezca con su hijo hasta que llegue la ayuda. Lleve al hospital todos los medicamentos que toma habitualmente.
Al llegar a urgencias, comparta el nombre y la información de contacto de su pediatra con el equipo de emergencias. Esto les ayudará a coordinar la atención con el médico de su hijo, lo que puede marcar una gran diferencia en su recuperación.
Capacitación y preparación para manejar emergencias
Todos los padres y cuidadores pueden beneficiarse de aprender reanimación cardiopulmonar o RCP. Esta técnica puede salvar la vida de un niño cuando su corazón deja de latir. La Cruz Roja Americana ofrece capacitación en RCP en casi todas las comunidades. La Asociación Americana del Corazón ofrece un curso de RCP adaptado a las necesidades de amigos y familiares.
Otra habilidad en emergencias es saber cómo carraspear a su hijo si se atraganta. Estos son los pasos que pueden ayudarle a despejar las vías respiratorias de un niño (y posiblemente salvarle la vida).
Para obtener más conocimientos que pueden salvarle la vida, considere tomar este curso de primeros auxilios diseñado especialmente para padres.
Cómo verificar la cobertura del 911 si vive en una zona remota
En EE. UU., el 911 es un número universal para emergencias. Esto significa que se puede marcar desde cualquier teléfono (móvil o fijo) para contactar con la policía, los bomberos o asistencia médica. Sin embargo, existen algunas zonas remotas o desatendidas que pueden tener una cobertura limitada del 911.
Si le preocupa que las llamadas al 911 no se conecten en su zona de residencia, puede hacer una llamada de prueba utilizando el número de no emergencia del centro de llamadas del 911 más cercano. (Obtenga instrucciones para realizar una llamada de prueba aquí). El operador que responda a su llamada de prueba puede ofrecerle consejos para solicitar ayuda en caso de emergencias médicas.
Más recursos
Acerca de la Dra. Flynn-O'Brien La Dra. Flynn-O'Brien es cirujana pediátrica y directora médica de Trauma y Quemaduras en Children's Wisconsin. Es profesora adjunta de Cirugía en la Facultad de Medicina de Wisconsin y profesora del Centro Integral de Lesiones. Forma parte del Comité Ejecutivo del Consejo de Prevención de Lesiones, Violencia e Intoxicaciones de la American Academy of Pediatrics (AAP). Ha recibido cinco becas institucionales desde que se incorporó al cuerpo docente en 2020. Su investigación se centra en la recuperación tras lesiones pediátricas no mortales por arma de fuego, utilizando principalmente métodos de investigación cualitativos y con participación comunitaria.
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Acerca de la Dra. Fallat La Dra. Fallat es profesora de Cirugía en la Universidad de Louisville y cirujana pediátrica en el Hospital Infantil Norton. Sus áreas de interés incluyen el acceso a la atención quirúrgica, la atención traumatológica y prehospitalaria, especialmente en zonas rurales y marginadas del país. La Dra. Fallat fue presidenta de la Sección de Cirugía de la AAP y del Comité de Bioética. La Dra. Fallat ha sido financiada por la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA) como directora del programa Kentucky EMS for Children desde 2001. Es investigadora principal adjunta de una subvención de la HRSA para desarrollar una red nacional de pandemias pediátricas, que permita a la comunidad de trauma pediátrico mejorar la atención de los traumatismos dentro de una red para todos los riesgos.
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