Por Hatim Thaker, MD, FAAP
Antes del nacimiento, los testículos de un bebé se desarrollan dentro del abdomen. Más cerca del parto, estos órganos se desplazan a través de un canal hacia la ingle. Cuando todo va como debería, los testículos caen en el lugar correspondiente en el escroto, la bolsa de piel ubicada debajo del pene.
En algunos niños, especialmente en los que nacen
prematuros, uno o ambos testículos no llegan al escroto antes del nacimiento. Esto se conoce como criptorquidia, más comúnmente llamado testículos no descendidos. En el caso de los bebés que nacen con esta afección, los testículos a veces descienden sin ayuda externa, generalmente a los
6 meses de edad. En otros casos, se necesita tratamiento o una cirugía.
¿Son comunes los testículos no descendidos en los bebés?
Los testículos no descendidos son la anomalía genital más común que se presenta al nacer. Aproximadamente entre el 1 y el 3 % de los niños nacidos a término presentan esta afección al nacer. Pero la tasa es mucho mayor en los niños nacidos prematuros. Aproximadamente el 30 % de los niños con bajo peso al nacer (menos de 5 libras, 4 onzas, es decir, menos de 2.4 kg) nacen con los testículos no descendidos. Aquellos con un peso muy bajo al nacer (menos de 3 libras, 4 onzas, es decir, menos de 1.4 kg) tienen una probabilidad cercana al 100 % de nacer con los testículos no descendidos.
¿Cuál es la causa de los testículos no descendidos?
Nadie sabe con certeza cuál es la causa de los testículos no descendidos. El parto prematuro tiene un papel importante, pero la afección también puede ser genética. Hay un 7,5 % de probabilidades de que el hermano de un niño con testículos no descendidos tenga la misma afección. Y estas probabilidades aumentan al 25 % si el hermano es un gemelo idéntico.
¿Cuáles son los síntomas de los testículos no descendidos?
Por lo general, los niños con testículos no descendidos no presentan síntomas de dolor ni malestar. El escroto puede parecer pequeño y poco desarrollado. Si solo un testículo no ha descendido, el escroto puede verse asimétrico (lleno de un lado y vacío del otro). También puede notar que los testículos a veces están en el escroto y otras veces ausentes (por ejemplo, cuando tiene frío o está excitado). Esta es una afección conocida como testículos retráctiles.
¿Existen diferentes tipos de testículos no descendidos?
Entre los niños con testículos no descendidos, existen varias formas diferentes de la afección:
Congénita: un testículo que nunca descendió al escroto. Esto se diagnostica al nacer.
Adquirida: cuando el testículo estaba dentro del escroto al nacer, pero posteriormente se encuentra en una posición anormal.
Testículo evanescente: cuando un testículo está completamente ausente, ni en el escroto ni en el abdomen, se denomina testículo evanescente. Tener un solo testículo generalmente no causa problemas hormonales ni de fertilidad.
Testículo retráctil: con esta afección, un testículo está bien ubicado en el escroto pero se desliza hacia una posición anormal (como por ejemplo la ingle). La causa suele ser un reflejo muscular. Las temperaturas frías, por ejemplo, pueden provocar este reflejo normal y hacer que el testículo desaparezca temporalmente. Un testículo retráctil no suele requerir tratamiento quirúrgico.
¿Cómo se diagnostican los testículos no descendidos?
Los testículos no descendidos se diagnostican mediante un examen físico. En cada visita de control médico del niño sano, el médico realizará un examen genital para controlar la ubicación de los testículos.
¿Es necesario hacerle una ecografía a mi hijo para localizar su testículo?
Generalmente no. La mayoría de las veces, el diagnóstico de un testículo no descendido puede confirmarse con un examen físico cuidadoso por parte del médico de su hijo. Por lo general, la ecografía no es necesaria, incluso en situaciones en las que el testículo no se puede palpar en la ingle. De hecho, una ecografía puede dar resultados inexactos sobre la ubicación o la presencia/ausencia de un testículo.
La ecografía es útil solo en casos muy raros, como por ejemplo antes de la cirugía de un testículo no descendido que fue operado previamente.
Tratamiento para los testículos no descendidos
Si el testículo de su hijo no ha bajado al escroto sin ayuda externa a los 6 meses de edad, es probable que necesite tratamiento. Es relativamente raro que los testículos no descendidos bajen a la posición adecuada después de los 6 meses. Por lo tanto, no suele tener sentido esperar.
En el pasado, los testículos no descendidos se trataban con inyecciones de hormonas, sin embargo, ya no se recomienda esta práctica.
En cambio, el enfoque actual del tratamiento implica una cirugía para reubicar el testículo en el escroto. Este procedimiento quirúrgico se llama
orquiopexia. Es posible que deba realizarse en dos etapas, dependiendo de la ubicación del testículo.
Los objetivos de la orquiopexia son los siguientes:
Reubicar el testículo en una posición natural en el escroto
Reducir el riesgo de posibles problemas hormonales y de fertilidad
Reducir el riesgo de cáncer de testículo, que aumenta ligeramente si los testículos no han descendido
Las complicaciones de la orquiopexia son muy poco comunes. Se puede realizar como procedimiento ambulatorio.
¿Cuándo debería someterse mi hijo a la cirugía para corregir un testículo no descendido?
Dado que las posibilidades de que el testículo baje por sí solo son escasas después de los 6 meses de edad, su hijo debe ser derivado para su tratamiento una vez que haya alcanzado esa edad. Esperar más de 2 a 3 años puede dificultar la capacidad del testículo para crecer y funcionar con normalidad. Lo ideal es que la orquiopexia se realice dentro de los primeros 18 meses de vida.
Al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, los riesgos de la
anestesia se deben considerar cuidadosamente para la situación específica de su hijo.
En el caso de los adolescentes con un testículo no descendido que nunca se ha corregido, el especialista puede sugerir una biopsia del testículo para buscar células cancerosas.
¿Qué sucede si se produce una torsión testicular?
En algunos casos, se puede producir una
torsión del testículo no descendido, una afección que se denomina torsión testicular. Como resultado, el suministro de sangre puede detenerse y causar dolor en la zona inguinal (ingle) o escrotal. Si esta situación no se corrige de inmediato, el testículo puede sufrir daños graves y permanentes.
Si su hijo tiene un testículo no descendido y se queja de dolor en la ingle o en el escroto, llame a su pediatra o vaya al departamento de emergencias de un hospital de inmediato.
¿Quién interviene en la atención médica de un niño con testículos no descendidos?
Los pediatras y los urólogos pediátricos trabajan en forma conjunta para atender a los niños con testículos no descendidos. Los niños que pueden necesitar cirugía se derivan a un
urólogo pediátrico.
Más información:
Acerca del Dr. Thaker
Hatim Thaker, MD, FAAP, Hatim Thaker, MD, FAAP, es urólogo pediátrico en Boston Children's Hospital e instructor en cirugía en Harvard Medical School. Dentro de la American Academy of Pediatrics, es miembro de la Sección de Urología.
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