Por Paula Cody, MD, MPH, FAAP
Una relación es un vínculo social que compartimos con otras personas. Nuestras relaciones pueden incluir amigos, familiares, parejas, compañeros de clase, compañeros de equipo, etc. Las relaciones de cualquier tipo pueden variar desde ser sanas hasta poder ser enfermizas o abusivas. Es muy importante saber reconocer cuándo una relación es sana, enfermiza o abusiva.
Señales de una relación sana: características clave
¿Qué palabras vienen a tu mente cuando piensas en relaciones sanas?
Respeto: reconocer los valores de la otra persona y respetar los límites mutuos.
Comunicación y compromiso: estos conceptos incluyen tanto hablar como escuchar. Deberías poder expresar tus ideas y límites a la otra persona (y viceversa). Si no están de acuerdo en algo (y está bien que así sea), ambas personas deben poder expresar lo que quieren, hablar hasta llegar a un acuerdo y, luego, disfrutar juntos de lo que hayan planeado.
Honestidad y confianza: sentirse libre para compartir pensamientos y sueños sin preocuparse de que los secretos se cuenten a otras personas.
Igualdad: ninguna de las dos personas debe tener más poder que la otra en la relación.
Individualidad: cada persona debe poder mantener sus propios intereses, amistades, etc., sin tener que cambiarlos por la otra persona.
Seguridad: nunca está bien sentir miedo en una relación.
Crecimiento y desafíos en las relaciones
Las relaciones deben hacer que ambas personas se sientan a gusto (al menos la mayoría del tiempo). Ambas deberían disfrutar de los momentos que comparten. Pero, al igual que en otros aspectos de la vida, las relaciones también tienen sus altibajos.
Esas fluctuaciones son parte natural del proceso. Pueden ser oportunidades para crecer, reflexionar y fortalecer la relación. En los momentos difíciles, es especialmente importante que en la relación prevalezcan los aspectos mencionados anteriormente.
4 consejos para tener una relación saludable
1. Respetarse
Demuestra que realmente te importa la otra persona contándole lo que piensas y sientes. Escucha lo que la otra persona tiene para decir.
2. Demostrar interés por los gustos de la otra persona
Hablen sobre deportes, música o películas: cualquier tema que ayude a superar la incomodidad inicial y permita conocerse mejor.
3. No descuidar la vida personal fuera de la pareja
Las personas resultan más atractivas cuando tienen otros intereses. Sigue con tus estudios, tus amistades y tus actividades favoritas que no involucren a tu pareja.
4. Resolver las diferencias con amor y respeto
No siempre van a estar de acuerdo en todo: películas, música, deportes favoritos o cuántas veces hablar o verse. Es natural no estar de acuerdo. Lo importante es cómo se resuelve esa diferencia. Con una buena predisposición, se puede discutir saludablemente.
Señales de una relación enfermiza: alerta roja
Puede ser complejo definir una relación enfermiza. Los sentimientos de miedo, estrés y tristeza no forman parte de una relación sana. Obviamente, cualquier tipo de
violencia no es aceptable.
Sin embargo, existen otras formas de relaciones enfermizas, pero no son tan obvias. A veces, lo que parece normal (como hablar todos los días con tu pareja) puede transformarse rápidamente en algo perjudicial (tu pareja te escribe todo el tiempo y se enoja si no respondes de inmediato).
Un ejemplo podría ser que tu pareja te compre ropa (es sano) en contraposición a que te diga qué puedes usar o qué no (es enfermizo). Otro ejemplo es que tu pareja pase tiempo contigo (es sano) en contraposición a que no te deje ver a tus amigos o a tu familia (es enfermizo). Más alertas que se deben tener en cuenta:
Falta de respeto
Aceptas cosas a pesar de sentir que no están bien. Te sientes mal con lo que ocurre cuando están juntos.
Cuenta lo que piensas o acciones sobre cuestiones privadas sin tu consentimiento
Comparte tus pensamientos, momentos o
mensajes de texto privados sin preguntarte. Tienes derecho a sentirte seguro y respetado, lo cual abarca tu privacidad.
Limitaciones a tu desarrollo
Tu pareja no te deja
sobresalir en tus estudios, o te hace sentir culpable por seguir tus intereses.
Conductas controladoras
Quizás te diga: "Si me amas, necesito saber dónde estás". A tu pareja no le importan tus amistades. No te trata de igual a igual.
Estar "locamente enamorados"
Uno o ambos llaman al otro constantemente. Sientes que tu pareja es posesiva o asfixiante.
Culpar a la otra persona de sus problemas
Te dice: "Todo esto es tu culpa". O: "Mira lo que me hiciste hacer".
Celos constantes
Sentir un poco de celos es algo normal, pero si son excesivos o se permite que los celos dominen la relación, termina por deteriorarla.
Intentar cambiar a la otra persona
Uno de los dos le dice al otro: "Se hace como yo digo o no se hace nada". Obedecer no es lo mismo que respetar.
Poder hablar sobre un problema ayuda a transformar una relación enfermiza en una relación sana. Pero si no pueden disfrutar de los momentos en que están juntos, quizás sea el momento de terminar la relación.
Alertas: cuándo se cruza la línea a una relación abusiva
Hay cosas que nunca deberían pasar en una relación. Tu relación tiene serios problemas si ocurre alguno de los siguientes comportamientos.
Abuso verbal
Gritos, insultos, amenazas o burlas. Esto nunca está bien.
Empujones, golpes, patadas con enojo
La violencia física (golpear, abofetear, empujar o patear), aunque ocurra una sola vez, es una alerta grave. El abuso físico puede comenzar con algo leve y empeorar con el tiempo. Nadie merece ser lastimado. La violencia nunca es una forma válida de resolver problemas.
Intentar controlar a la otra persona
El comportamiento controlador puede incluir decirte con quién puedes o no puedes hablar, revisar tu teléfono o redes sociales sin tu permiso, decidir qué te pones o intentar controlar a dónde vas. Estas acciones no son amor: son abuso de poder. Las relaciones sanas se basan en la confianza y el respeto, no en el control.
Tu pareja ignora tu derecho a rechazar muestras de atención o cariño, algo que siempre puedes hacer. Esto sigue siendo válido INCLUSO si antes accediste a ese comportamiento o si cambias de opinión mientras sucede.
Amenazas
Si una de las personas no consigue lo que quiere, amenaza con hacerle daño a la otra persona o a sí misma.
Romper o golpear objetos durante una discusión
Esto demuestra una pérdida de control y una intención de asustar o intimidar a la otra persona, aunque no haya daño físico.
Cómo terminar una relación abusiva de forma segura
Si tu relación está traspasando un límite, ese comportamiento debe detenerse de inmediato o la relación debe terminar.
Si te cuesta salir de la relación, busca la ayuda de una persona adulta de confianza que se preocupe por tu bienestar. Así, podrás usar lo aprendido para construir una mejor relación en el futuro.
Más información
Acerca de la Dra. Cody
Paula Cody, MD, MPH, FAAP, es miembro del Consejo sobre Adolescentes y Adultos Jóvenes de la American Academy of Pediatrics. Es profesora adjunta del Departamento de Pediatría y directora médica y jefa de la sección de Medicina para Adolescentes en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la University of Wisconsin.
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